sábado, 2 de diciembre de 2017

clinicamente, el fin del deseo es el fin de la vida

tengo que barrer mi casa
y reconectarme con mi alma

sumergida en la bañadera
no pienso en eso
no pienso en nada
pruebo

después
aceite de coco por todo el cuerpo
la vida es espontanea y caprichosita
como un gato
se divierte jugando con el ratón
antes de comer(me)lo

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