conjunto de mecanismos de defensa
inválidos cuando caen en desuso
se transforman en mi propia ratonera
y mi lamento, en el de un recluso
tumbada, embalada por verguenza
como sudor de una batalla perdida
se ha desgarrado una vez más
la herida que acompaña mi vida
y quien ha de arrojar la primera piedra
tratar con prepotencia errores y humanos
si la carne es débil, la mente, terca,
y mi alma más manchada con los años
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