Hay migas por toda la habitación
y yo soy una nueva chica cada noche,
que vomita sangre cada mañana.
En esta ciudad de cervezas caras,
todos los chicos se llaman Fede
pero de acá a seis meses
no recordaré el nombre de ninguno.
Mi mamá me dice
que habla conmigo todos los días
en charlas imaginarias.
No, en serio,
eso me dice, la muy hija de puta!
¿Cuán bizarro es que
la locura me haga sentir en casa?
Y si se pudiera morir de verguenza,
yo sería Dorian Gray.
sábado, 30 de abril de 2011
miércoles, 13 de abril de 2011
Ayer me dijiste que olía a angustia
A veces pasan semanas sin que pueda escribir. Todas las palabras en mi mente parecen vacías de significado y esforzarse se vuelve desesperarse. Quiero escribir, quiero hablar, quiero decir algo que pueda llenar completamente este hueco en mi vida. Este desinterés existencial.
Entonces me vuelvo incapaz de hacer nada que no sea leer. Siento que mi verdadero lugar es disfrutando de las palabras escritas y solo eso me hace sentir realmente plena. Es una horrible revelación, creanme: darse cuenta que, realmente, no hay nada que decir. No hay nadie dispuesto a escuchar.
El vacío es permanente.
Entonces me vuelvo incapaz de hacer nada que no sea leer. Siento que mi verdadero lugar es disfrutando de las palabras escritas y solo eso me hace sentir realmente plena. Es una horrible revelación, creanme: darse cuenta que, realmente, no hay nada que decir. No hay nadie dispuesto a escuchar.
El vacío es permanente.
martes, 5 de abril de 2011
Mi matemática interna ruge
Mi mamá una vez me dijo, entre sus varias sabidurías, la siguiente cita: "La matemática es el lenguaje con el que Dios escribió el Universo." No me recuerdo si la parte de Dios estaba incluida en el relato, tampoco cual era el tema de la conversación, pero si que en ese momento no le creí mucho.
Confieso que le tenía un poco de prejuicio a la matemática, un poco causado por los matemáticos que pasaron por mi vida.
Últimamente, siendo ya capaz de distinguir a estos como dos cosas totalmente diferentes, comienzo a pensar que mi mamá tenía algo de razón. Tal vez yo no sea la mejor matemática del planeta, pero puedo apreciar su belleza, su eterna necesidad de ser exacta y seguir sus establecidas reglas. La matemática es fiel a sí misma y a nadie más. No se pregunta quien es el número, que representa en nuestra sociedad, que gana el número por estar ahí. Solo lo coloca donde debe ser colocado y efectúa las operaciones necesarias.
Y más aún: la matemática está en todo. No en el sentido más común, de "2 + 2 = 4". Pero anda ahí escondida, como quien no quiere nada más que ser y hacer lo que le corresponde. Escondida en el idioma, como nos muestra la semiología; en la música, sus los tiempos y sus rimas; y hasta en las relaciones sociales e individuales, llenas de ecuaciones, variables a ser llenadas y resultados que, debido a equívocos en las operaciones o substituciones, ni siempre están correctos.
Confieso que le tenía un poco de prejuicio a la matemática, un poco causado por los matemáticos que pasaron por mi vida.
Últimamente, siendo ya capaz de distinguir a estos como dos cosas totalmente diferentes, comienzo a pensar que mi mamá tenía algo de razón. Tal vez yo no sea la mejor matemática del planeta, pero puedo apreciar su belleza, su eterna necesidad de ser exacta y seguir sus establecidas reglas. La matemática es fiel a sí misma y a nadie más. No se pregunta quien es el número, que representa en nuestra sociedad, que gana el número por estar ahí. Solo lo coloca donde debe ser colocado y efectúa las operaciones necesarias.
Y más aún: la matemática está en todo. No en el sentido más común, de "2 + 2 = 4". Pero anda ahí escondida, como quien no quiere nada más que ser y hacer lo que le corresponde. Escondida en el idioma, como nos muestra la semiología; en la música, sus los tiempos y sus rimas; y hasta en las relaciones sociales e individuales, llenas de ecuaciones, variables a ser llenadas y resultados que, debido a equívocos en las operaciones o substituciones, ni siempre están correctos.
domingo, 3 de abril de 2011
Entender a la gente está sobrestimado
Que queres que te diga? No queres escuchar la verdad, yo no quiero decir mentiras.
Dejemoslo acá. Suficientemente discutido como para ocasionar comentários pasivo-agresivos, suficientemente sin resolver como para evitar un posible choque. Para evitar fatalidades.
Es mejor así, nos mentiremos uno al otro, aunque en verdad nunca podremos saber que hubiera sido mejor.
Dejemoslo acá. Suficientemente discutido como para ocasionar comentários pasivo-agresivos, suficientemente sin resolver como para evitar un posible choque. Para evitar fatalidades.
Es mejor así, nos mentiremos uno al otro, aunque en verdad nunca podremos saber que hubiera sido mejor.
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